LOS SERES HUMANOS NO PODEMOS AMAR LO QUE NO EXISTE. PRIMERO DEBE EXISTIR PARA QUE PODAMOS AMARLO. DIOS, EN CAMBIO, HACE EXISTIR AQUELLO QUE PRIMERO HA AMADO.
Una mujer no puede amar un hijo que no tiene.
DIOS NO ODIA NADA DE LO QUE ÉL CREÓ. SI LO ODIARA, NO LO HUBIERA CREADO. NI SIQUIERA ODIA A LOS ÁNGELES MALOS. ELLOS SON LOS QUE ODIAN A DIOS. PORQUE NO LO AMAN Y SÍ LO ODIAN, SE PRIVARON A SÍ MISMOS DE PARTICIPAR ETERNAMENTE DE LA FELICIDAD Y SANTIDAD DE DIOS.
TODO LO BUENO QUE HAY EN NOSOTROS ES OBRA DE DIOS. TODO LO MALO QUE HAY EN NOSOTROS ES OBRA NUESTRA Y DESFIGURA LA OBRA DE DIOS EN NOSOTROS.
DIOS NO AMA EL MAL Y NO TIENE EN SÍ MISMO NADA QUE NI SIQUIERA TENGA APARIENCIA DE MAL.
LO QUE HAY DE MALO EN NOSOTROS NO PUEDE SER AMADO POR DIOS. SI NOSOTROS ELEGIMOS AMAR ESO MALO QUE LLEVAMOS A CUESTAS, RECHAZAMOS SER AMADOS POR DIOS, PORQUE DIOS NO PUEDE AMAR LO QUE ES MALO.
EL BIEN QUE DEBEMOS AMAR Y EL MAL QUE DEBEMOS RECHAZAR NOS VIENE DADO POR DIOS.
DIOS HA ESCRITO EN NUESTRAS CONCIENCIAS UN CONOCIMIENTO CIERTO DE LO QUE ES BUENO Y DE LO QUE ES MALO Y NOS LO HA REVELADO POR MEDIO DEL EJEMPLO Y LA PALABRA DE SU HIJO JESUCRISTO, Y, DESDE ANTES, POR MEDIO DE LO QUE DIOS NOS HABLÓ A TRAVÉS DE LOS PROFETAS.
PECADO ES EL RECHAZO VOLUNTARIO QUE HACEMOS DEL AMOR DE DIOS CUANDO ELEGIMOS OBRAR LO QUE ES MALO.
DIOS SIEMPRE ME HA AMADO Y SIEMPRE ME AMARÁ. PERO, NO ME AMA ASÍ COMO SOY, CON ESA MEZCLA DEL MAL QUE YO HE AÑADIDO AL BIEN QUE DIOS PUSO EN MÍ.
POR ESO DIOS NOS RECLAMA LA CONVERSIÓN, ES DECIR, QUE QUITEMOS DE NUESTRA VIDA EL MAL QUE HEMOS PUESTO EN ELLA Y QUE OBREMOS EL BIEN QUE ÉL QUIERE DE NOSOTROS.
COMO DIOS NO AMA LO QUE ES MALO, SI YO ELIJO NO CONVERTIRME Y SÍ PERMANECER EN MIS PECADOS, YO RECHAZO EL AMOR DE DIOS Y NO TENDRÉ PARTE CON ÉL EN LA VIDA ETERNA.
DIOS SIEMPRE ME HA AMADO Y SIEMPRE ME AMARÁ. PERO, NO ME AMA ASÍ COMO SOY, CON ESA MEZCLA DEL MAL QUE YO HE AÑADIDO AL BIEN QUE DIOS PUSO EN MÍ.
POR ESO DIOS NOS RECLAMA LA CONVERSIÓN, ES DECIR, QUE QUITEMOS DE NUESTRA VIDA EL MAL QUE HEMOS PUESTO EN ELLA Y QUE OBREMOS EL BIEN QUE ÉL QUIERE DE NOSOTROS.
COMO DIOS NO AMA LO QUE ES MALO, SI YO ELIJO NO CONVERTIRME Y SÍ PERMANECER EN MIS PECADOS, YO RECHAZO EL AMOR DE DIOS Y NO TENDRÉ PARTE CON ÉL EN LA VIDA ETERNA.
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