jueves, 16 de febrero de 2017

LA SEXUALIDAD Y EL VIVIR PARA DIOS


Como parte de ese habernos hecho a imagen y semejanza suya, Dios hizo a los seres humanos capaces de amar y dar vida. Y es desde esa perspectiva del amor y de la vida como se entiende la sexualidad humana... Sólo hacemos uso digno de ella cuando, en el matrimonio y la familia, la ponemos al servicio del amor y de la vida.


Es voluntad positiva de Dios que el hombre que no está unido en matrimonio con una mujer y la mujer que no está unida en matrimonio con un hombre se abstengan del uso de la sexualidad, pues faltando el lazo matrimonial ningún acto sexual será verdaderamente un signo de amor ni entre los que lo hacen ni con el posible hijo que llegaran a engendrar.

Llamamos CASTIDAD a la abstención que hacemos del uso de la sexualidad para obedecer el designio de Dios sobre el amor y la vida.


Despreciar el designio de Dios y hacer uso de la sexualidad a solas o con una persona con la que no se está unido en matrimonio es siempre una desobediencia grave a Dios y un pecado mortal. Incluso es desobediencia grave y pecado mortal cuando se mira pornografía o se consienten interiormente pensamientos y deseos sexuales a los que no se tiene derecho si uno no está casado.


El criterio del mundo y la mentira que nos quieren hacer creer es que la persona tiene derecho absoluto a hacer con su sexualidad cualquier cosa que le venga en gana. ESO ES MENTIRA.


Traicionar a la esposa(o) o tener relaciones con la esposa(o)de otro(a) ofende gravísimamente a Dios en su designio de amor. 





Por eso las personas que viven en pareja con persona distinta de aquella con la que se casaron no pueden recibir la sagrada comunión.

También es una desobediencia grave y ofensa al designio de amor de Dios tener relaciones sin estar casado y, más aún, vivir en pareja sin casarse.





Algunos maliciosos quieren hacernos creer que la felicidad consiste en tener sexo. Eso es otra MENTIRA.



Los enemigos de Dios rechazan la CASTIDAD y buscan inducir a todos a la promiscuidad sexual. Para ello, entre otras cosas, recurren continuamente a la manipulación de las palabras para hacernos creer una cosa por otra.




La malicia del mundo de nuestro tiempo nos quiere hacer creer que la promiscuidad homosexual es una opción de vida válida como lo es la pareja hombre-mujer. Eso es otra MENTIRA más. La Biblia nos dice claramente que eso es contrario  al designio de Dios.




Siempre, siempre, SIEMPRE ...






Los enemigos de Dios del mundo de hoy nos MIENTEN para hacernos creer que puede haber enamoramiento entre personas del mismo sexo. 


Ante las mentiras del mundo, la Palabra de Dios nos dice claramente que el comportamiento promiscuo homosexual es totalmente contrario a la voluntad de Dios. Y los que arrastran a otras personas a ese comportamiento se constituyen en enemigos de Dios.




El mundo de hoy llama "hacer el amor" a tener sexo, cuando, en realidad, buscar tener sexo con cualquiera y a como dé lugar no es otra cosa que un mero impulso animal que no construye el amor y que lo traiciona.

Traición a la persona con la que uno está casado y traición a la persona con la que un día se llegará al matrimonio.

Más aún, el que se entrega a cualquier uso deshonesto de la sexualidad, a solas o con otra persona, se hace incapaz de amar verdaderamente.























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